Se dice que cada cabeza es un mundo y comprender este dicho como un hecho es la clave del éxito en la vida. Pues, aunque conozcamos a personas con pensamientos afines a los nuestros, tarde o temprano nos damos cuenta de lo diferentes que son nuestros puntos de vista, aceptarlo y entenderlo nos lleva directo a la comprensión del otro.
En una organización es sumamente importante conocer a su cliente con detalle para comprender qué es lo que realmente requiere. En mi trayectoria, de más de diez años en atención al cliente, he presenciado a muchos directivos encargados de este departamento y puedo señalar que lo que une a todos los que han logrado lograr éxito es su cercanía con el cliente.
Me refiero a establecer una conversación casual con los clientes, acercarse y conversar sobre el clima o algún evento relevante de la localidad, la película o serie de moda, buscar una conexión con la otra persona para lograr una comunicación eficaz entre ambos, que permitirá resolver el problema real del cliente.
¿A qué me refiero con el problema real? El cliente que va a tu empresa busca a un experto. Por ejemplo, alguien que va a una tienda de electrónica para buscar una nueva televisión, difícilmente será un experto. En el 95% de los casos, el cliente no tiene una idea de lo que busca o de algunas marcas con las que ya tiene lealtad. Por eso, la labor empieza hablando con el cliente para saber qué es lo que busca realmente en una televisión. Para alguien que solo quiere un dispositivo para ver las noticias por la mañana no será necesario ofrecer una alta gama tecnológica, por el contrario, un gamer buscará no solo la mejor definición, sino también la que brinde una mayor comodidad y descanso visual para muchas horas de juego.
Esta información no la hubiéramos obtenido sin una escucha activa, es decir, prestando atención a las necesidades del cliente. En MINC nuestra prioridad es escucharte, conocerte y ayudarte a crear líneas de comunicación con tus clientes y que cada vez más llegues a tu público meta.